7 de agosto de 2007

Día tras día...


Me despierto un buen rato antes de que suene el despertador...
Ya ha amanecido y la luz entra e inunda mi habitación. Me quedo ahí, quieta, relajada,... mirando a ninguna parte y pensando en todo y en nada a la vez.
Remoloneo, hago pereza, pero no hay más remedio que ir a currar. Una ducha, un desayuno medio en condiciones y salgo disparada por la puerta.
Unas cuantas horas más tarde vuelvo a casa en el metro, de pie y soñando con un asiento, aunque, como casi todos los días, logro zambullirme en mi libro y terminar con la sensación de que el viaje se me ha hecho corto...
Ya en casa picoteo un poco lo que pillo en la nevera y me lanzo de cabeza al sofá. Pero, me niego a desaprovechar una tarde libre. Termino de mirar unas cosillas y me voy a dar una vuelta...
Mañana, más de lo mismo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantan esos cinco minutos mirando al techo en la cama y los trayectos "cortos" (aki en tren) leyendo un buen libro :-)

Sory dijo...

Ese ratito es especial... sip! Igual que cuando te despiertas a media noche y ves que todavía te quedan horas de sueño...
En el metro o el tren, no se qué haría sin un libro...
Besito Dunita :*

dragonfly dijo...

Acariciando la rutina ^_^

Sory dijo...

Como siempre... :P