Me crié escuchando aquellos comentarios que un día supe que eran ciertos...
Me acostumbré a no ser su favorita (aunque siempre pensé que, en esto, no debería haber favoritos)
Me acuerdo de sus "enfados" cuando los demás no hacían lo que él quería o lo que él consideraba correcto. De hecho, si tuviese que definirlo con una sola de sus características, quizá lo primero que me vendría a la cabeza fuese su "mala leche".
Me pasé un montón de veranos a su lado, en aquel pueblo al que un día decidimos que no queríamos ir. Recuerdo los paseos en bici por las mañanas y su afán por enseñarnos cada rincón de su tierra. Y las partidas de cartas mientras nos calentábamos con el brasero... Y su dominó.
Me duele pensar que, desde hace ya algún tiempo, nos veíamos prácticamente de año en año, aunque estoy segura de que la culpa no fue de ninguno de los dos...
Me costó aceptar su demencia, pero me dolió muchísimo más ver cómo sufría con ella (creo que no hay nada peor que perder la cabeza y darte cuenta cada día de cómo la pierdes).
Me gustaba ir a verle entre semana, leerle el periódico y sacarle de paseo.
Y me resultaba curioso que, dentro de su enfermedad, supiese a quién tenía que preguntar sobre qué era lo que le pasaba...
Me acuerdo de aquella noche en la que el teléfono sonó a las 4 de la mañana y yo ni siquiera me dí cuenta... Y de los dos días que pasamos en el hospital. No olvidaré nunca aquella respiración, su forma de decir que sabía que se iba... Pero siempre me quedaré con su mano apretando la mía y preguntándome: "Eres mi Sory, ¿verdad?". Su cabeza se lo permitió y se encargó de despedirse personalmente de cada uno de nosotros, así como de dejar todo atado y bien atado.
Quizá no fue el mejor, pero estoy segura de que hizo todo cuanto estaba en su mano por intentarlo...
A veces me parece que fue ayer y otras, que hace un montón de tiempo que se ha ido... Ayer mismo nos reuníamos todos de nuevo... Ya ha pasado un año...
*Imagen de Beat A Von Weissenfluh
12 comentarios:
Que descanse en paz querida mía...
Al menos sigue siendo una excusa para que os volváis a juntar que no es poco...
Un beso
Siempre tendremos la suerte de poder recordar las cosas buenas que hemos compartido con las personas que queremos, incluso, cuando nuestra cabeza no está del todo bien
Un beso guapa
Eso es... al final los recuerdos dulces, los buenos, son los que se quedan. Los "malos" existen, pero se excusan con todo lo demás cuando hacemos recuento.
Un besote
Belén --> Pues si, al menos tenemos una excusa para juntarnos! que no es algo que se estile demasiado con algunos miembros de la familia...
Istharb --> Los buenos momentos que hemos pasado con las personas que queremos siempre se van a quedar ahí, aunque no sé yo si una enfermedad que te haga perder la cabeza te seguirá dejando ver todos esos recuerdos...
Ireyanil --> Pesa más la balanza de lo bueno :) Suele pasar así!
Besotes para las 3 ! :**
Esta vida tiene un final, aunque nos cueste mucho pensarlo, asi que debemos de aprovechar los mometos buenos que nos da con los seres queridos para luego llevarlos en nuestro corazón y que sean más fuertes que los momentos malos.
Hola es mi primera visita a tu blog.
Muy buen relato... voy a volver y espero que comencemos a visitarnos.
Bsss
hola.. gracias por visitarme y asi hacer el enlace para que llegara a tu blog.. una pregunta él era tu abuelo o tu padre?. en fin como sea.. sabes aveces las enfermedades de la cabeza por duro que nos parezcan a quienes los acompañamos para ellos son el poder vivir en paz y en un mundo que los llena de tranquilida, nose porq pero siempre recurren al que alguna vez pensamos y sentimos no eramos los favoritos.. a mi abuela le paso y a ella la recuerdo siempre con mucha ternura..
Muchos cariños y te seguire visitando..
Kim --> Eso es cierto... A todos nos llega la hora! y es mejor disfrutar y vivir cada momento para guardarlo y que lo guarden los demás...
Besito ! :*
Mónica --> Me alegro que te guste! :) Pásate cuando quieras, yo ya vengo de visitarte! :)
Besote! :*
Arcadia --> Era mi abuelo... En su caso la enfermedad no le llevaba a ningún lugar tranquilo. Eran microinfartos y tenía días muy malos, pero en otros era consciente de todo... Se daba cuenta de que no era capaz de leer, a veces se descubría intentando poner en hora un libro, no le dejaban salir a la calle porque a veces las piernas no le respondían... Asi que las lágrimas y las dudas eran bastante frecuentes... Una vez así, mejor que descanse en paz, aunque nos duela decir adiós!
Un besazo ! :*
Era tu abuelo,un ser humano como todos, no fué el mejor pero dejó cosas buenas en ti,el sufrimiento de él pasó,duele que las personas que queremos se vayan,peor cuando ellos son conscientes de ello,pero la vida sigue,que los buenos recuerdos que tienes de él te acompañen ,te saludo con mucho cariño.
No hay porque decirle Adiós a los que ya no están, su recuerdo seguirá por siempre en nuestros corazones, pero como bien dices aunque nos duela debemos aceptar que su presencia no será la misma.
Gracias por tu visita, me gusta tu casa y seguiré visitándote.
P.D: Si, muchas cosas llegan y se van de nuestras vidas como un huracán...
Saludos.
Mi abuela florencia se nos fue un 24 de diciembre...
mi tio jose...un 31 de diciembre de hace tres años...
es inevitable recordarlos en estas fechas....siempre estan con nosotros....
un beso para ti sory...
me emocionó tu post....
Que entrada tan emotiva...a mi abuela le esta pasando algo parecido, y es triste ver cómo a semanas empeora...
Por cierto,muy chulo el video de encima,un abrazo
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