27 de agosto de 2007

Fin de semana

Salgo de trabajar y me están esperando en la puerta. Al final me toca llevar el coche la mitad del camino, aunque no hay nada de jaleo en la carretera y el viaje se da bien.
Llegamos a media tarde y nos espera un ramo de Dalias que acaba de partir el viento. Mientras mi abuelo termina de arreglar el desastre, ponemos las flores en agua. La tarde pasa rápida... Lo justo para comentar por encima qué pasó la noche anterior, algunos cotilleos de última hora y ponernos un poco al día de todo.
Por la noche podemos salir en manga corta (al final no hace tanto frío como pensábamos...). Los pasodobles, los valls y demás repertorio para que los más mayores se vayan animando empiezan a sonar. Unas copas y algún que otro cigarro perdidas, como siempre, en la puerta de la iglesia,...
Comentamos la envidia que nos dan las "niñas" (que ya tienen los 18), lo bien que lo pasan, la forma que tienen de vivir las fiestas... En definitiva, que nuestro tiempo ya pasó y se echa de menos...
Cuando parece que la cosa se empieza a animar... Tormenta!!!!! Hacía tiempo que no veía llover de esa manera. Por suerte me pilla en el coche, acompañando a una amiga a casa. La noche empieza a tener mala pinta y el bar de la plaza se cierra cuando la orquesta se marcha... Aún así, todavía queda noche por delante! Abrimos el Ayuntamiento (que desde hace años es un lugar de reunión) y nos juntamos todos ahí. Un plan mucho más tranquilo; hablamos, recordamos viejos tiempos e incluso nos da tiempo a jugar un futbolín (volviendo a presumir de que, a nosotras, nadie nos gana :P).
El domingo lo de siempre... cordero asado para comer, café con Baileys en el Garci y un rato en el parque. Ya no hay lágrimas (como hace años), pero todos tenemos reflejado en las caras que pasará tiempo hasta que volvamos a vernos, que las fiestas ya no son lo que eran y que el verano llega a su fin.
Esta vez el viaje de vuelta es el lunes, así que cenamos allí y todavía tenemos tiempo de dar un paseo hasta más allá de la cruz de los Cotarrillos a la luz de una preciosa luna llena...

6 comentarios:

Belén dijo...

Mola tu finde!!!! a ver si me invitas a un corderooooo jajajajaja

besos!!!

istharb dijo...

Me encantan esas reuniones, te encuentras con gente que hace mucho que no ves, y es como si no hubiese pasado el tiempo.

Un beso

Anónimo dijo...

Corderooooooooo!!!

Anónimo dijo...

El reencuentro con los amigos, en el pueblo... si, tiene su lado melancolico.... pero bueno, ¿y las risas cuando mira uno hacia atrás?

un beso.

Dejame que te cuente dijo...

jo..
corederito asado...
me cambias un domingo de cordero por uno de paella?..
:-)

Sory dijo...

Madre mía! Qué expectación ha tenido el cordero!!! jejeje! :)

Por un lado tienes esa sensación Istharb, aunque por otro lado te das cuenta de que el tiempo pasa demasiado deprisa y no puedes hacer nada por evitarlo :) Aún así, son ratos que merecen la pena :*

Fuzzy, es cierto que recordar momentos es lo mejor que hay... Reirte de lo bueno y quizá de lo que entonces era malo!

¿Eres de Valencia fire? El cambio me parece justo ;) Asi que cuando quieras :)

Un montón de besos a repartir :*