22 de abril de 2013
31 de julio de 2008
Hasta arriba...
Prácticamente agosto, época de viajes, de descanso...
Y yo mientras, con la agenda apretada ! Vuelvo, una vez más, a coger esa antigua costumbre de trabajar en vacaciones. Voy de un sitio para otro, pérdida en mí misma y contagiándome de la prisa de los que me rodean. Aprendo nuevamente a apreciar cada minuto de tiempo libre que me queda y a tratar de disfrutar lo máximo posible de la situación.
Pese a todo, no me puedo quejar... Buenas compañeras y algunas risas entre horas hacen que todo sea mucho más ameno...
Y yo mientras, con la agenda apretada ! Vuelvo, una vez más, a coger esa antigua costumbre de trabajar en vacaciones. Voy de un sitio para otro, pérdida en mí misma y contagiándome de la prisa de los que me rodean. Aprendo nuevamente a apreciar cada minuto de tiempo libre que me queda y a tratar de disfrutar lo máximo posible de la situación.
Pese a todo, no me puedo quejar... Buenas compañeras y algunas risas entre horas hacen que todo sea mucho más ameno...
24 de julio de 2008
Desconexión
Unos días de descanso, con el reloj olvidado en el fondo de un cajón y sin ningún tipo de preocupación...
El tacto de la arena entre los dedos, la brisa del mar y no tener nada mejor que hacer que estar tumbada frente al mar.
Entretanto,... las risas, las copas, los juegos, las conversaciones...
Una maravilla...
Ahora, como siempre, toca volver a la rutina! :)
*Imagen de Google
15 de julio de 2008
Reencuentros
Una vuelta a la esquina y me encuentro con ella llamando a un telefonillo.
Por un momento parece que no ha pasado el tiempo, aunque hayan pasado años y años (¿tantos? ¿ya?). Por un instante la veo preguntando: "¿te quedas un rato?" y me veo a mi misma contestando que sí, mientras mi madre me dice que tenga cuidado y nos preparamos para una tarde de aventuras en el parque de enfrente de casa... Eso, claro, después de tocar a todos los telefonillos del portal y juntarnos con un grupo numeroso de vecinos (siempre íbamos juntos a todas partes)
Nos ponemos a hablar: trabajo, carreras terminadas, piso,... De aquí a unos años ni siquiera nos veremos en el ascensor.
Y empiezan los planes que siempre haces en situaciones así y que nunca llegan a cumplirse (como: nos llamamos y tomamos unas cañas o ¿por qué no organizamos una cena?).
Vuelvo a casa con una sonrisa en la cara, pero también con un nudo extraño en la boca del estómago, ¿nostalgia? Ainsss...
Por un momento parece que no ha pasado el tiempo, aunque hayan pasado años y años (¿tantos? ¿ya?). Por un instante la veo preguntando: "¿te quedas un rato?" y me veo a mi misma contestando que sí, mientras mi madre me dice que tenga cuidado y nos preparamos para una tarde de aventuras en el parque de enfrente de casa... Eso, claro, después de tocar a todos los telefonillos del portal y juntarnos con un grupo numeroso de vecinos (siempre íbamos juntos a todas partes)
Nos ponemos a hablar: trabajo, carreras terminadas, piso,... De aquí a unos años ni siquiera nos veremos en el ascensor.
Y empiezan los planes que siempre haces en situaciones así y que nunca llegan a cumplirse (como: nos llamamos y tomamos unas cañas o ¿por qué no organizamos una cena?).
Vuelvo a casa con una sonrisa en la cara, pero también con un nudo extraño en la boca del estómago, ¿nostalgia? Ainsss...
6 de julio de 2008
Después de las diferentes conversaciones del fin de semana, llego a diferentes conclusiones.
Una de ellas es que es mejor marcar desde ya los límites y decidir que cada uno tiene lo que tiene y hace con ello lo que puede (o quiere).
Lo tuyo es tuyo y lo mío es mío. Como dice Robert Frost: "Las buenas vallas hacen buenos vecinos".
* Imagen de Google
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